Psicología afirmativa LGBTI: Principios y aplicaciones

La Psicología Afirmativa pone el foco en las diferentes problemáticas que puede sufrir cualquier persona dentro del colectivo LGBTI, reconocido actualmente como LGBTIQ+.

La Guía de la APA para la práctica en psicología afirmativa LGBTI

En febrero de 2011, la APA (American Psychologist Association) elaboró un documento llamado “Guidelines for Psychological Practice with Lesbian, Gay, and Bisexual Clients”, “Directrices para la práctica de la psicología con los clientes Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales”. En dicho documento se establecen 21 directrices destinadas a informar a los psicólogos y psicólogas y a proporcionar herramientas sobre temas LGBTI, actividad que en un futuro sería reconocida como psicología afirmativa.

Cada una de las 21 directrices ofrecen una actualización de la literatura psicológica que las apoya, incluyendo una sección sobre «justificación» y «aplicación», y amplía las directrices originales para ayudar a los psicólogos y psicólogas en áreas tales como la religión y la espiritualidad, la diferenciación de la identidad de género de la orientación sexual, aspectos socioeconómicos o relacionados con el lugar de trabajo o el uso y difusión de la investigación sobre temas LGBT.
La directriz número 19 dice así:

Directriz 19. Los psicólogos y psicólogas se esforzarán por incluir temáticas LGTB en su trayectoria educativa y capacitación profesional.

APA, 2012

A esta capacitación profesional centrada en el colectivo LGBTI se le llama Psicología Afirmativa, y desde la propia APA, se creó en 2005 una red internacional de profesionales dedicados a ella, llamada IPsyNet (El Consejo General de la Diversidad de España se incorporó a IPsyNet en 2016).

Y, ¿qué es lo que implica ser un profesional de la psicología afirmativa LGBTI? Pues implica, además de realizar nuestro trabajo conforme a las 21 directrices establecidas por la APA, todas estas actitudes:

  1. Autorreflexión sobre la propia educación, actitudes y creencias. Reconocer las áreas de privilegio en la propia vida por el hecho de ser heterosexual y cisexual. Reconocer el sesgo mental que implica vivir inmerso en una sociedad heteronormativa y de género-binarista y cómo este influye en nuestro trabajo con personas LGTB.
  2. Participar, implicarse en las cuestiones LGBTI, luchas por la justicia social y el cambio social.
  3. Crear un entorno afirmativo. Proporcionar lectura, material, literatura y recursos LGTB-friendly. Utilizar un lenguaje afirmativo en todas sus comunicaciones. Utilizar el nombre preferido por el cliente; No recurrir a supuestos heteronormativos. Tratar de ser un acompañante del paciente, no un evaluador.
  4. Expresarse abiertamente sobre su compromiso con la psicología afirmativa LGBTI ante todos sus pacientes, independientemente de su orientación sexual o identidad de género.
  5. Desafiar el heterosexismo y el binarismo de género también con los clientes heterosexuales y/o cisgénero.
    La transexualidad como fenómeno crucial donde intervenir desde la psicología afirmativa LGBTI

Dentro del colectivo LGBTI, cobra especial importancia la transexualidad.

La realidad de la transexualidad se define como un hecho humano donde existe una separación profunda entre el sexo psicológico y el sexo genital asignado o, dicho de otro modo; entre el sexo anatómico con el que se nace y aquel otro que la persona siente como propio, donde la identidad legal o morfológica de una persona no coincide con su identidad de género. No se trata de una elección ni de una decisión. Por tanto, la identidad con el género hace referencia a la experiencia personal de ser hombre, mujer o de ser diferente que tiene una persona, mientras que la expresión de género se refiere al modo en que una persona comunica su identidad de género a otros a través de conductas.

La APA define la palabra transexual en referencia a las personas cuya identidad de género es diferente de su sexo genital asignado. A menudo buscan tratamientos destinados a afirmar el género para que su biología corporal coincida en el mayor grado posible con su identidad de género para lo que recorren un proceso de transición médico y psicológico conocido como reasignación de sexo o género, más recientemente denominado se debe denominar como afirmación de género.
El o la profesional de la Psicología Afirmativa debe estar familiarizado con términos LGBTI, como:

Bigénero, binario, cisexual, cisnormativo, demisexual, disforia de género, género fluido, intersexual, trans*, transgénero, queer o heterocentrismo.

Y esto es así porque el modelo trans-afirmativo refuerza un planteamiento más amplio y flexible en cuanto a las identidades de género, que también incluiría a las personas que se identifican a lo largo del espectro del género y, no simplemente como transexuales o transgéneros.

El modelo del estrés de minorías

El riesgo en el bienestar emocional de estas comunidades puede explicarse bien mediante la comprensión del modelo del estrés de minorías (Meyer, 2003). ¿Qué es el estrés de minoría y cómo afecta a las personas LGTB+? – Sinews Multilingual Therapy Institute [ENLACE 2]. Es un término que describe el impacto psicológico consecuente de pertenecer a un grupo vulnerable de sufrir estigma y discriminación. La historia del “Estrés trans” nace en la infancia. Los niños, niñas y adolescentes que no conforman las normas de género son más vulnerables al rechazo y a la opresión en una cultura que enfatiza el sistema dicotómico de los géneros.

Según la APA, la no conformidad de género puede predecir mayores niveles de ansiedad, estado de ánimo y problemas de conducta, especialmente en los jóvenes trans, así como autolesiones, tendencias suicidas, trastorno de estrés postraumático, abuso de sustancias y problemas de la imagen corporal. Esta incidencia ha sido atribuida a factores de estrés tales como la intimidación por parte de compañeros, el sufrimiento por la familia, el rechazo de los progenitores, el trauma, la historia de abuso, el acoso, problemas educativos y el malestar con el propio cuerpo. El acompañamiento médico y psicológico trans-afirmativo aliviaría parte de los síntomas conductuales y emocionales, pero no es la única opción para todas las personas trans, por lo que es fundamental la individualización de los casos, especialmente en las infancias y adolescencias.

Conclusión

El apoyo desde la psicología afirmativa LGBTI es una herramienta fundamental para mitigar el sufrimiento entre personas gays, lesbianas, bisexuales o trans, entre otras. Se trata de una intervención individualizada, pues cada caso es único e irrepetible, y lo que ayuda a un niño, niña, adolescente o adulto a aliviar su malestar puede ser muy diferente de lo que ayuda a otro. Puede concluirse que uno de los principales objetivos de la terapia afirmativa LGBTI es fomentar la resiliencia de las personas.

Referencias:

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Sebastián Villanueva

Director del Centro Sanitario ESTUPENDAmente! en El Puerto de Santa María (Cádiz). Psicólogo Sanitario (Col. M-33875). Responsable del Área de Psicología Afirmativa y Diversidad LGBTIQ+.